Al aceptar el premio Nobel de la Paz en 1979, la Madre Teresa de Calcuta dijo: “creo que hoy en día el destructor de la paz más grande es el aborto, porque es una guerra directa, una matanza directa”. En tiempos donde estamos plagados con tantos reportes de guerra y violencia en el mundo, un pequeño grupo de personas demostraron su deseo de trabajar por la paz, dando a los no nacidos una voz, participando de la Marcha por la Vida en La Haya el 12 de Diciembre de 2015.
Por providencia de Dios, la marcha se llevó a cabo el día de la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de los no-nacidos. Nuestra Señora estuvo presente en el programa organizado por los Católicos antes de la Marcha. Un sacerdote de la diócesis de Haarlem-Ámsterdam, el P. Johannes van Voorst, trajo una réplica idéntica a la imagen original y, además, el Padre habló de Nuestra Señora durante su charla. Después de esto, los grupos católicos se reunieron con otras 2500 personas en la plaza Spui, en La Haya, para rezar y escuchar discursos pro-vida. Entre los disertantes estaba Gianna Jessen, estadounidense, quien sobrevivió un fallido intento de aborto. A las dos de la tarde comenzó la procesión silenciosa en el centro de la ciudad con carteles que demostraban el objetivo de la marcha. Muchos medios de transporte se vieron forzados a detenerse con el paso de la gente.
Después de esta marcha, organizamos otra actividad para el grupo de los católicos en nuestra capilla cerca de la plaza Spui. Tuvimos adoración al Santísimo Sacramento durante cuarenta minutos y después de la bendición los invitamos a una pequeña recepción. Terminamos el día mostrando la película Bella para quienes estaban interesados.
Pedimos a Nuestro Señor, por intercesión de Nuestra Señora de Guadalupe por el fin del aborto, no solo en Holanda, sino en todo el mundo.