Reliquia de san Gerlacus en el monasterio en Valkenburg

reliquia-de-san-gerlacus-en-valkenburg-ssvmEl sábado 17 de septiembre, memoria de santa Hildegarda las hermanas de nuestro Monasterio en Valkenburg, Holanda recibieron una reliquia de san Gerlacus (Gerlachus van Houthem). La reliquia fue traída por las hermanas de Brunssum quienes representaron a las contemplativas en el santuario de san Gerlacus, Houthem, donde les fue entregada la reliquia.

San Gerlacus era de familia noble y llevaba una vida alejada de Dios. Estando una vez en un torneo, recibe la noticia de la muerte repentina de su joven esposa. En un momento ve la fugacidad de las vanidades de este mundo y tiene una gran conversión que los escritores comparan a la de un San Pablo. Decide cambiar de vida y peregrinar a Roma, donde le pide al Santo Padre Adriano IV que le indique un camino de penitencia. El Papa le dice de ir a Jerusalén y cuidar allí de los pobres  y enfermos durante 5 años.

Al regreso de su estadía en Jerusalén se establece en Valkenburg y lleva una vida de ermitaño, teniendo como único refugio y vivienda  el hueco de un árbol. Se dedicó a una vida de oración y penitencia. Peregrinaba todos los días a la Basílica de San Servatius en Maastricht, quien fuera el primer evangelizador de estas tierras y quien se le apareció luego para asistirlo en el momento de su muerte. Fue contemporáneo de Santa Hildegarda, quien vio en una visión el lugar que Dios tenía preparado en el cielo para su siervo Gerlacus, después de lo cual le envió como regalo la corona de sus profesión monástica. San Gerlacus predicaba la conversión, y muchos acudían a él para toda clase de necesidades, obrando también muchos milagros.

Su reliquia será venerada en la capilla del monasterio Ecce Homo en Valkenburg.

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