MARZO: EL MES DE SAN JOSE

San José es llamado “Padre adoptivo de Jesús” en la tierra. Él fue escogido por Dios. Él no era, como muchos niños dicen, ‘el padre biológico’ de Jesús. No. Jesús fue concebido por obra del Espíritu Santo en el seno virginal de María; éeste es uno de los doce artículos del Credo.

Nosotros también podemos tomar a San José como nuestro padre. Este santo patriarca nos protege y guía en nuestro camino terrenal. Del mismo como él cuido a Jesús, lo guió y salvó del peligro de muerte, así también él quiere protegernos. Si le rezas a San José, él te ayudará a conocer a Jesús.

San José nos enseña cómo era: un hombre sencillo, padre de familia, trabajador que ganaba el sustento con sus propias manos. Él no era un hombre rico: fue un obrero como tantos millones en el mundo. La Sagrada Escritura nos dice que san José era artesano. Diferentes padres de la Iglesia añadieron que él era carpintero.

El Evangelio nos muestra la personalidad grande y fuerte de San José. Él no es alguien que teme, al contrario, él sabe afrontar los problemas. Él sabe cómo salir de situaciones difíciles. El viajo a Belén con María, que estaba en el noveno mes de embarazo, un viaje de más de 150 km por un terreno montañoso. No había lugar en la posada. Jesús iba a nacer en un pesebre maloliente. Poco después, avisado por un ángel, tuvieron que huir por el desierto a Egipto, ya que Herodes buscaba a Jesús para matarlo.

San José protege la familia. José es un hombre de fe y obediente a Dios. Ustedes saben que san José no temió tomar a María como su esposa. ¿No necesitamos este poderoso San José en estos tiempos que vivimos? Pues bien, yo sí.

Él es el patrono y protector de la Iglesia. ¿Por qué? Podrías decir que él es el protector de la Iglesia en su antigua etapa cuando la ‘Iglesia’ era simplemente Jesús y María. Por eso, como Jesús es la Cabeza de la Iglesia y nosotros sus orgullosos miembros, así también es San José el protector de la Iglesia fundada por Jesús.

Además él es el protector de todos aquellos que se consagran a Dios en castidad por el Reino de los Cielos, como los sacerdotes y nosotras, las religiosas. San José es un modelo y defensor de la virginidad integral. También él es el patrono de los obreros y artesanos.

Además, este humilde carpintero de Nazaret es considerado el patrono de los moribundos,  porque en la última hora de su muerte estuvo acompañado de Jesús y María.

En el mes de marzo rezamos de modo especial a San José. De hecho, rezamos la treintena que comienza 30 días antes de su fiesta (19 de marzo) y le pedimos nos sostenga en nuestras necesidades espirituales y materiales. Gracias san José!

Zuster Sterre

Comentarios cerrados.